Tiempo detente

Jose Luis
Tiempo detente

Patios de Córdoba

La forma de vida vecinal en torno al patio así como sus características arquitectónicas fruto de la herencia de las diferentes culturas que han ido pasando por la ciudad a lo largo de siglos, les valio en el año 2012 a los Patios de Córdoba la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. La Casa de los Relojes forma parte de una de estas típicas casas donde las diferentes dependencias de la vivienda tiene como eje central un patio normalmente decorado con multitud de macetas, arriates, pozos, fuentes... El agua, las plantas y la luz, combinadas a la perfección son parte de la bella herencia del pasado romano y árabe, pese a esta herencia histórica, los Patios de Córdoba adquieren su aspecto actual a mediados del siglo XIX cuando la revolución industrial atrae a masas de población campesina a la ciudad. Es entonces cuando patios de grandes casas solariegas, conventos y hasta hospitales en desuso se convierten en espacios comunales que ocupaban varias familias, es en los patios de estos recintos donde se ubicaron los servicios que compartían los vecinos (letrinas, pozos, cocinas, lavaderos...). Aparecen entonces las grandes casas de vecinos donde la vida giraba en torno al patio, sus moradores, normalmente con pocos recursos, empleaban macetas para tapar huecos y desconchones de paredes perdurando hasta nuestros días esta forma tan genuina de decorar los altos y blancos muros con multitud de flores colgadas en macetas. Pronto se produciria una cierta competición entre los vecinos por componer el patio más bonito, esta competición llega hasta nuestros días y vive su máximo esplendor durante La Fiesta de los Patios de Córdoba que se celebra todos los años en mayo desde hace más de un siglo. En el contexto de este concurso, el Patio de la Casa de los Relojes fue galardonado en el año 2017 por su singularidad.
7 abantu bendawo batusa
Patios de Córdoba
s/n C. Trueque
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La forma de vida vecinal en torno al patio así como sus características arquitectónicas fruto de la herencia de las diferentes culturas que han ido pasando por la ciudad a lo largo de siglos, les valio en el año 2012 a los Patios de Córdoba la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. La Casa de los Relojes forma parte de una de estas típicas casas donde las diferentes dependencias de la vivienda tiene como eje central un patio normalmente decorado con multitud de macetas, arriates, pozos, fuentes... El agua, las plantas y la luz, combinadas a la perfección son parte de la bella herencia del pasado romano y árabe, pese a esta herencia histórica, los Patios de Córdoba adquieren su aspecto actual a mediados del siglo XIX cuando la revolución industrial atrae a masas de población campesina a la ciudad. Es entonces cuando patios de grandes casas solariegas, conventos y hasta hospitales en desuso se convierten en espacios comunales que ocupaban varias familias, es en los patios de estos recintos donde se ubicaron los servicios que compartían los vecinos (letrinas, pozos, cocinas, lavaderos...). Aparecen entonces las grandes casas de vecinos donde la vida giraba en torno al patio, sus moradores, normalmente con pocos recursos, empleaban macetas para tapar huecos y desconchones de paredes perdurando hasta nuestros días esta forma tan genuina de decorar los altos y blancos muros con multitud de flores colgadas en macetas. Pronto se produciria una cierta competición entre los vecinos por componer el patio más bonito, esta competición llega hasta nuestros días y vive su máximo esplendor durante La Fiesta de los Patios de Córdoba que se celebra todos los años en mayo desde hace más de un siglo. En el contexto de este concurso, el Patio de la Casa de los Relojes fue galardonado en el año 2017 por su singularidad.

Izeluleko zedolobha

Ungaphuthelwa

Patio-Casa de los Relojes y su Pozo califal del S.X

Durante décadas olvidando, sus más de 14 metros de profundidad fueron cegados a mediados del siglo pasado con los escombros de una reforma que se llevó a cabo en la casa. Los propios anfitriones se encargaron de recuperarlo en el año 2015 con sus manos y hoy su agua sirve para regar las plantas del patio.
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Patio-Casa de los Relojes y los restos árabes en sus muros

Una gran sorpresa cuando tras un doble tabique aparecieron restos de los muros primigenios de la casa. Como si el tiempo se hubiera detenido hoy queda a la luz lo que en su día fuera la fachada principal de una casa árabe donde aún se insinúa el típico arco de herradura que presidía la misma. Otras épocas también quedan reflejadas con restos de yeserias medievales e incluso un pequeño rosetón del S.X. Podemos decir que en las paredes de esta pequeña galería se encuentra grabada la historia de la casa y su paso por los Siglos.
Ungaphuthelwa

Patio-Casa de los Relojes y su colección de relojes antiguos

Repartidos por diferentes rincones de la casa, podrás disfrutar de una curiosa colección de relojes antiguos que el propio Miguel, enamorado de sus mecanismos, repara y cuida con esmero. Un reloj de torre del año 1850, varios relojes linterna de origen inglés y fechados cerca del 1690, un reloj alemán de Selva Negra con toda su maquinaria realizada en madera, reloj Morez, pequeños despertadores de principios del S.XX .... todos en funcionamiento como si por ellos no hubiera pasado el tiempo.